Rediseñar tu negocio sin empezar de cero

Hacer un cambio profundo en tu empresa no implica desechar todo lo que se ha construido. Igual que un arquitecto no derriba un edificio, sino que refuerza su estructura y moderniza lo necesario, debes saber qué mantener y qué transformar. Si no hay nada aprovechable, más vale que liquidar y comenzar de nuevo.

Para rediseñar sin empezar de cero conviene seguir tres pasos clave:

🔹 Identificar qué procesos, productos o modelos siguen aportando valor.

🔹 Detectar dónde están los cuellos de botella o los puntos de desgaste.

🔹 Definir cambios específicos que permitan avanzar sin perder lo que ya diferencia a la empresa.

Traducido, significa que no todo debe cambiar a la vez: puedes conservar lo que funciona, optimizar lo que presenta ineficiencias y sustituir únicamente lo que frena el crecimiento. Es simple pero requiere de método para llevarlo a cabo.

Para ello, es imprescindible hacer un Plan de Empresa. En él podrás incluir estos objetivos como parte fundamental del plan y detallar las acciones concretas que te permitirán medir, priorizar y ejecutar cada cambio. Es tu brújula para evolucionar sin improvisaciones.

Como señaló el filósofo Alfred North Whitehead: “El arte del progreso es preservar el orden en medio del cambio y preservar el cambio en medio del orden”.

Todos necesitamos un Plan
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